Para, para….

Tras un inicio de día tormentoso el de ayer, a última hora de la tarde se presento una ventana sin precipitaciones por las proximidades, la cual aprovechamos el amigo Jorge y un servidor, para hacer una ascensión al Coll de la Mola, subida a ritmo tranquilo, pero, el exceso de comida ingerido durante el fin de semana pasaba factura, con algún que otro resoplido durante los tramos más duros, paliqueando llegamos a la cima y se nos presento el dilema, seguir subiendo, nos podía pillar la noche durante nuestro regreso, o bajar, decidimos bajar y rodar un poco. Bajada ligerita, con algún tramo embarrado por las lluvias, casi al final en una pendiente que ronda el 13% y embalados que íbamos, sorpresa, un pastor alemán paseando con su dueño, este suelto como no, y he aquí que el hombre comenzó a gesticular con la mano diciendo, para, para, el perraco que me miraba dudando entre hacerle caso a su dueño o venir a saludarme, un servidor frenando a estajo con la bici cruzada y Jorge intentando no comerme en su frenada, finalmente el perrito decidió saludarme, por suerte ya había conseguido parar mi montura y Jorge quedarse a escasa distancia de mi rueda trasera, mientras su dueño nos decía, no hace nada, solo quiere jugar, vamos a ver buen hombre, si su perro se nos cruza, la leche puede ser guapa, me da igual que solo quiera jugar, llévelo atado, asintiendo con la cabeza el hombre continuo su camino y nosotros el nuestro, por suerte no paso nada y la cosa no fue a más, en esta que continuamos y al pasar por el terreno de un colega, este nos invito a una cerveza, la cual aceptamos, lo cual significo el fin de esta microsalida. A la fresca, en el porche charrando e ingiriendo el dorado y gaseoso liquido.

Les Machines en lo alto del Coll…

 Salut!!!!